- Duración:
- Comensales: 4
- Dificultad: Fácil
El revuelto de morcilla es una receta deliciosa, versátil y con mucho potencial. Con unos sencillos ingredientes, se puede hacer una receta con la que hacer disfrutar a cualquiera que venga a comer. Además con unos ligeros toques, podemos convertir esta sencilla receta en un plato con aspecto muy elaborado y llamativo.
Ingredientes para el revuelto de morcilla
Los ingredientes que vamos a necesitar para realizar esta receta son:
- Aceite de oliva
- 3 morcillas
- Media cebolla
- Piñones
- 4 huevos
- Sal y pimienta
Cómo elaborar el revuelto de morcilla paso a paso
Cuando ya tengamos todos los ingredientes preparados, estamos listos para aprender a cocinar este plato:
Quita la piel a la morcilla y desmígala.
Pica la media cebolla.
Añade unas gotas de aceite a la sartén y espera a que se caliente.
Echa la cebolla picada y los piñones a la sartén y espera hasta que adquieran un tono dorado.
Agrega la morcilla y sofríela durante unos minutos.
Añade los 4 huevos y bátelos hasta que queden totalmente cuajados.
Salpimentar al gusto.
- Si la receta de revuelto de huevos con morcilla fácil y rápida te ha gustado, seguramente te interese ver más recetas de huevos revueltos.
Consejos para cocinar revuelto de morcilla
Con esta receta vamos a conseguir una deliciosa receta de revuelto de morcilla, sin embargo, si queremos conseguir el plato perfecto, hay ciertos trucos con los que seguro que vas a triunfar en la cocina:
- Las morcillas que podemos encontrar pueden ser de dos tipos, de cebolla o de arroz. En función de esto, quizá tengamos que reducir la cantidad de cebolla o de piñones según el tipo de morcilla con el que vayamos a trabajar. Si es de cebolla no será necesario añadir esa media cebolla extra, y si es de arroz, contendrá piñones.
- La morcilla no es necesario tenerla demasiado rato en el fuego, es un producto que ya está cocinado, por lo que basta con tenerla unos pocos minutos. De lo contrario se quemará y el sabor del plato no será el adecuado.
- Cuando se añadan los huevos, hay que revolverlos de la manera más homogénea posible y sin parar en ningún momento. Si no lo hacemos así, en algunas zonas quedarán trozos demasiado grandes de huevo, y en otras solo podremos encontrar la morcilla.
Este plato lo podemos poner en práctica tanto en la cena como en el desayuno, incluso puede ser un gran recurso para ocasiones especiales en las que queramos elaborar un plato sencillo pero delicioso, con el que sea imposible fallar.
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