
La Semana Santa es un periodo de vacaciones para disfrutar de familia y amigos. Entre procesión y procesión hay que reponer fuerzas con una buena comida, acompañada de una grata compañía.
Para esta Semana Santa, el hotel el Aguila de Zaragoza ofrece un menú singular que no podrás resistirte: tomar unos calçots en teja caliente a la brasa con salsa romesco.
El calçot es una cebolla blanca que se cultiva de una manera muy delicada para que su crecimiento sea alargado. A medida que la cebolla va creciendo, se tapa la base de la planta con tierra para que crezca más en busca de la luz. De esta forma, obtenemos una hortaliza más dulce y tierna.
Es típico de algunas zonas de Tarragona, aunque actualmente se cultiva en prácticamente toda Cataluña, e incluso en otras provincias de España (como es el caso de Aragón) y en el extranjero. Debido a su cultivo, no se pueden degustar todo el año, ya que se realiza únicamente entre los meses de febrero y abril. Por ello, la Semana Santa es un buen momento para reunirse con amigos o familiares en un buen restaurante o en el campo.
Es cierto que su elaboración es muy engorrosa, por lo que lo más cómodo es acudir a un restaurante cuya elaboración sea tradicional, como es el caso del restaurante Velagua a pocos minutos de la capital aragonesa.
La manera tradicional para preparar los calçots es en una brasa de una barbacoa, una chimenea o un fuego. Siempre suelen acompañarse de salsa romesco. Esta es una salsa elaborada a base de tomate, ajo, pan, almendras, avellanas y pimiento rojo.
Para comerlos hay que seguir una serie de paso:
- Se coge con una mano parte de su extremo (la parte verde) y con la otra mano se arrastra la capa exterior.
- Arrancamos y sale el calçot limpio.
- Se moja en la salsa y ¡a disfrutarlo!
Además de los calçots, el menú del restaurante del hotel el Aguila ubicado en Utebo, va acompañado de un segundo plato, postre y bebida. Y si te quedas con hambre, siempre te dejan repetir 6 unidades más de calçots.
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